sábado, 1 de enero de 2011

Paz entre lava


2010 se cierra con mis únicos 4 días de verano en el año.
Lanzarote ha sido la mejor sorpresa donde coger impulso y empezar un 2011 lleno de proyectos.

La isla es un respiro para los sentidos.
Huele a mar, que para mí es oler a casa. Tiene gusto de papas arrugás y mojo, tan ricos. La mirada se relaja mirando a cualquier lugar porque los paisajes están en calma. El agua, las montañas y valles de lava, y los pueblitos de casas blancas son una regalo para la vista.
Lanzarote se me antojó ordenado. Viniendo de Brasil, las infraestructuras de España se perciben como un lujo que no apreciamos.
De entre las joyas de Lanzarote, que no son pocas para el tamaño de la isla (los Jameos del agua, la Cueva de los verdes, varios pueblitos blancos, el Mirador de los ríos, el parque del Timanfaya, Lagomar, etc etc), me quedo con un cachito de la isla:

La Casa-Fundación César Manrique.
Manrique fue, en mi opinión, uno de los más grandes artistas de este siglo.
Pintor, escultor, arquitecto, ecologista, conservador de monumentos, consejero de construcción, planeador de complejos urbanísticos, paisajista, medioambientalista…
Vivió el bullicio internacional del arte del siglo XX y se codeó con muchos de los mejores artistas del arte contemporáneo. Dejó Nueva York y las grandes galerías internacionales para volver a su tierra, Lanzarote.
Manrique, como buen genio, vió mucho más allá, y concibió la isla desde una perspectiva nueva. Creó un manifiesto de sostenibilidad que hasta hoy ha ayudado a mantener la isla bonita, cuidada y respetuosa con el entorno. La huella de Manrique en Lanzarote es tan grande que la isla sería otra sin su mentor.
La casa donde vivió es hoy una Fundación que presta atención a tres líneas de desarrollo: las artes plásticas, el medio ambiente y la reflexión cultural.
Como desde la Fundación describen: "La casa, edificada en 1968 sobre una colada lávica de la erupción ocurrida en la isla durante 1730-36, aprovecha, en el nivel inferior, la formación natural de cinco burbújas volcánicas, para configurar un espacio habitable sorprendente y ejemplar en cuanto actuación sobre espacio natural. Por su parte, el exterior de la casa y nivel superior está inspirado en la arquitectura tradicional de Lanzarote."
Para mí, la casa es la construcción que mejor se integra en la naturaleza de todas las que yo haya visto hasta ahora. Cada rincón está perfectamente estudiado, cada esquina mezcla blancura y paz con piedras negras de lava. Las plantas se hacen hueco entre los ventanales con vista al valle de lava. Es impresionante. Pasear por los recovecos que la erupción provocó, ahora transformados en jardines y salones bajo la tierra, son un espectáculo. Imaginar a César pintando y esculpiendo entre sus muros, bajo el sonido del viento que azota la isla, se me antojó una maravilla.

Junto a sus cuadros, en una de las paredes de la casa, cuelga un poema que Alberti le dedicó. Me pareció hermoso.

A César Manrique, pastor de vientos y volcanes.

Vuelvo a encontrar mi azul,
mi azul y el viento,
mi resplandor,
la luz indestructible
que yo siempre soñé para mi vida.
Aquí están mis rumores,
mis músicas dejadas,
mis palabras primeras merecidas de la espuma,
mi corazón naciendo antes de sus historias,
tranquilo mar, mar pura sin abismos.
Yo quisiera tal vez morir, morirme,
que es vivir más, en andas de este viento,
fortificar su azul, errante, con el hálito
de mi canción no dicha todavía.
Yo fui, yo fui el cantor de tanta transparencia,
y puedo serlo aún, aunque sangrando,
profundamente, vivamente herido,
lleno de tantos muertos que quisieran
revivir en mi voz, acompañándome.
Mas no quiero morir, morir aunque lo diga,
porque no muere el mar, aunque se muera.
Mi voz, mi canto, debe acompañaros
más allá, más allá de las edades.
He venido a vosotros para hablaros y veros,
arenales y costas sin fin que no conozco,
dunas de lavas negras,
palmares combatidos, hombres solos,
abrazados de mar y de volcanes.
Subterráneo temblor, irrumpiré hacia el cielo.
Siento que va a habitarme el fuego que os habita.

(Rafael Alberti, 1979)




Para disfrutar de algunas fotos de este viaje, pincha en este link para acceder a la Web de Leo. Está hecho un artista...

2 comentarios:

Lola dijo...

Que 2011 te de todas las fuerzas que necesites para coger impulso y así poder llevar a cabo todo los proyectos que quieras realizar. Y sobre todo, que no dejes de plasmar tus vivencias en este blog que ha nacido este año, las cuales nos enriquecen mucho. Ah, y que Santa Lucía le conserve la vista al fotógrafo Leo, para que siga retratando esas vistas maravillosas, que gracias a los dos, nos estamos recorriendo el mundo a la par vuestra.
¡Salud y dinerito para seguir viajando...!
TQ tesoro.

Isabel dijo...

Me he empapado todo lo que has escrito tan bien sobre esta isla que tengo ganas de conocer.
He disfrutado recorriéndola de la mano de Leo, volveré a su página para que tito las vea.
Y como la gran Lola te dice todo lo que yo también te deseo, pues eso.

QUE SE CUMPLA TODO Y CON SALUD QUE ES LO MÁS IMPORTANTE.

ABRAZOS DE LOS DOS.