sábado, 22 de enero de 2011

Negro azabache


Los ojos negros siempre me parecieron bonitos. Me transmiten fuerza, personalidad, intensidad.
Y los ojos de los bebés siempre me gustaron. Me transmiten vida, curiosidad, inquietud.

Los ojos negros de Daniela son grandes, profundos, alegres. Aunque, para ser fieles a la realidad, debemos admitir que los genes no lo tuvieron difícil para conseguir un resultado tan hermoso.

Los ojos de Daniela me transmiten esa fuerza, personalidad e intensidad de la que hablaba, y esa vida y curiosidad típica de los bebés, pero es que, quizás por culpa del sentimiento de amor y necesidad de protección que siento al mirarle, sus ojos se me antojan los más bonitos del mundo, y consiguen transmitirme tanta paz, tanta ilusión...

Los miro y pienso lo maravilloso que debe ser conocer el mundo a través de ellos, descubrir cada día un color nuevo, una imagen diferente, luces desconocidas hasta el momento.

Son tan negros, tan brillantes y profundos que me veo reflejada en ellos... y me pregunto si ella podrá percibir a través de los míos todos los sentimientos que se me agolpan en el pecho cuando la tengo cerca.

¿Será que mis ojos transmiten tanto como los tuyos, Daniela?
¿Será que te consigo traspasar, solo mirándote, todo lo que te quiero y todo lo que deseo compartir contigo mientras te veo crecer?...

3 comentarios:

Isabel dijo...

De quien son esos ojazos?

Qué hermosura.

¿De viaje ya? Pasadlo bien.

Lola dijo...

Ay mi rubia con los ojos azules...
Cómo se puede querer tanto a una cosita tan chica.
Que crezcas sana y feliz, Daniela. Tienes mucha gente alrededor que se va encargar de eso, puedes estar segura.
Y la tita Palo, que siga escribiendo por los siglos de los siglos.

Paloma - dijo...

Tita, Daniela es la hija de mi amiga Natalia. ¿Has visto qué preciosísima es?
Mami, gracias! tqm