martes, 14 de noviembre de 2017

Magic wand

Si tuviera ese poder, si me dieran hoy esa oportunidad, si por un instante la varita mágica que tengo al lado cumpliera mi deseo, te calmaría el dolor.
Te consolaría. Te aliviaría la pena, la angustia y la impotencia.
Si la varita de plástico, con final de estrella brillante, soltara polvo dorado al moverla, la pasaría sobre ti deseándote paz, calma. 
Si con mis palabras al agitarla se hiciera realidad un deseo, sería para ti, para reconfortarte y rodearte con una manta de ternura y sosiego.
Porque me duele tanto tu dolor, que no podría darle mejor uso a su magia.

1 comentario:

Isabel dijo...

No sé si adivino, creo que sí, porque el dolor que describes es el que con más fuerza sentimos y el que quisiéramos más rápido aliviar.
Besos, cariño.