martes, 8 de marzo de 2016

¿Tú de quién te acuerdas hoy?

8 de marzo.

Me consta que hay mucha gente que no termina de entender la necesidad de celebrar un día como hoy. No quiero entrar en argumentos tan obvios como la importancia de dar visibilidad a un problema tan serio como la desigualdad laboral entre hombres y mujeres, las innumerables situaciones machistas que se dan a diario o la necesidad de educar y ayudar a reflexionar sobre todo lo que podemos mejorar nuestra sociedad en materia de género.

Grandes organizaciones y pequeñas ONG hacen un trabajo maravilloso para evitar que continúe habiendo gente que no lo entienda y para que las generaciones futuras no repitan errores del pasado y sean mucho mejores que nosotros.

Trabajé en el DAW (Division for the Advancement of Women) en la Sede de Naciones Unidas en Nueva York y recuerdo el tesón y entusiasmo con que se prepara este día. Es el día para dar voz a los problemas que el resto del año se ven eclipsados por otros, tan serios e importantes como este. 
Expert@s en el tema ofrecen reflexiones, debates e ideas. No tiene desperdicio. Y lo cierto es que está a la mano de todos oírlo (desde Naciones Unidas hay disponibles webcast, muchas veces en cuatro o cinco idiomas).
El tema de este año es: Por un planeta 50-50 en 2030- demos el paso para la igualdad de género.



Yo hoy no voy a entrar en terrenos teóricos ni análisis más allá. La situación de la mujer es trágica en muchos países, lamentable en otros y muy mejorable en la mayoría. 

Hoy quiero acordarme y felicitar a todas las mujeres. La desigualdad está presente en todos los terrenos de la vida de la mujer, pero hoy me estoy acordando de aquellas que lo viven en lo profesional y tengo muy cerca. A ellas felicito:
  • A ti, mujer que trabajas ocho horas sin levantar la cabeza del ordenador pero siempre te dan a entender que no haces nada
  • A ti, mujer que trabajas trece horas en una empresa cuya política es calentar la silla
  • A ti, mujer que no trabajas delante de un ordenador y tienes la impresión de que los medios de comunicación y la sociedad en general sólo entiende de trabajos de oficina y tu trabajo parece que no existe
  • A ti, mujer que trabajas cada día pero llevas dos meses sin cobrar porque la empresa 'no te puede pagar'
  • A ti, mujer que tienes 36 años y no te atreves a tener hijos porque sabes  que tu trabajo peligra y no te puedes permitir perderlo
  • A ti, mujer de 60 años que no puedes con tu alma trabajando ocho horas que parecen dieciséis en tus huesos y no puedes ni plantearte no trabajar porque no podrías vivir sin la mísera pensión
  • A ti, mujer de 28 años que continúas trabajando como becaria (sin ilusión ni dinero) porque 'es lo que hay, y mejor eso que nada'
  • A ti, mujer que ves a tus hijos una hora y media al día porque en tu país no existe la conciliación
  • A ti, mujer que trabajas cuidando a tus hijos pero que cuando te preguntan si trabajas tienes que decir que no. Pues responde como yo: si, trabajo. No cobro, pero si mi trabajo lo hiciera otra, le pagaría. Así que sí trabajo, y mucho. Mi próximo post será para ti
  • A ti, mujer trabajadora que no puedes serlo y eres un número más en la lista de desempleadas (mucho más larga que la desempleados siempre)
  • A ti, mujer que sueñas con un empleo en el que cobres lo mismo que tus compañeros
  • A ti, mujer que para crecer en su empresa tienes que trabajar el doble que tus compañeros, ser agresiva y nada compasiva
  • A ti, mujer que llegaste el comité de dirección pero que los rumores siempre dirán que lo conseguiste por acostarte con alguien, no por tus muchos méritos y muchas horas de trabajo
  • A ti, mujer que no te atreves a coger una baja por mala que estés, que la baja por maternidad la tuviste que reducir a lo imprescindible
  • A ti, mujer que trabajas en el negocio familiar, sin sueldo ni vacaciones
  • A ti, mujer que sufre micromachismo a diario en su trabajo y no se atreve a denunciarlo
  • A ti, a ti, a ti y a ti. Felicidades. Ojalá las cosas sigan mejorando. Deseemos que cada vez sea más rápido el cambio a mejor.

A las demás, las que tienen trabajos respetados, que tienen sueldos justos y horarios razonables, las que tienen libertad.. a ellas les felicito pero que me perdonen, hoy me acuerdo más de las que no tienen esa suerte.